Necesitamos buscar fuentes alternativas que no compitan con los alimentos. Esta es la razón por la cual los recursos marinos como las algas y las microalgas son muy interesantes. Proliferan muy rápidamente. Crecen en una amplia variedad de ambientes y no interfieren en la producción de los alimentos.
Los científicos han analizado como agregar diferentes especies de microalgas se puede modificar las propiedades de los biopolímeros basados en almidón. Durante el proceso han estado realizando experimentos de digestión de rayos X en la renovada línea de luz (denominada NCD SWEERT) del sincrotrón Alba.
Los resultados muestran que la microalga espirulina es una alternativa prometedora para reemplazar parte de la matriz de almidón de maíz de los biopolímeros, ya que mejora las propiedades de barrera de oxígeno y el vapor de agua, manteniendo así los alimentos en mejores condiciones.
También se debe de destacar que hay otra ventaja importante de estos biopolímeros basados en microalgas. Su producción se puede escalar y aplicar fácilmente en procesos industriales
Y tu estimad@ lector, ¿estarías dispuest@ a usar un envase hecho a base de algas marinas?